viernes, 18 de febrero de 2011

ESCENAS 16, 17 y 18



ESCENA 16


De regreso a la oficina.
DORA: De Marcos ¿No se acuerda? Era compañero suyo.
DANIEL: ¡Ah, sí, Marcos! Compañero de teatro. ¡Y qué le pasa?
DORA: (Llora.) Bueno... Ud. verá. A Marcos... Marcos murió, Ud. comprende.
DANIEL: ¿Cómo?
DORA: Bueno... Ud. comprende... él estaba muy... entusiasmado por el teatro y... (Llora.)
DANIEL: Está bien, señora, no se ponga así. ¿Qué la trae por aquí?
DORA: Mire, Ud. verá, llegó esta carta para Marcos. Viene de París. Es de Mary. Creo que era amiga de Uds. Claro, pobrecita, ella no sabe nada que... Y yo no me animé a abrirla. Estoy tan angustiada, tan dolida... Entonces, pensé que como Uds. eran amigos, tal vez Ud. tuviera algo más en común con esta carta. Tal vez Ud. pueda contestarla, no sé... Mire, aquí la tiene.
(Saca un sobre y se lo ofrece a Daniel.)
DANIEL: (Lee en voz baja, rápidamente.) Bueno, señora, está bien, déjemela, no se preocupe. Voy a ver qué hago.
DORA: Le agradezco mucho, y perdone la molestia (Sale.)
DANIEL: No, señora, por favor, no tiene que disculparse.
MARCOS: (En el rol de empleado.) Che, Daniel, ¿quién era esa vieja?
MARY: ¿Y qué quería? ¿Pasa algo?
DANIEL: (Retomando su trabajo, como si no hubiera ocurrido nada.) No, no pasa nada.

ESCENA 17

Marcos ha regresado a la mesa central.
MARCOS: ¡Vamos, vengan todos! Creo que al final, la ilusión del teatro debe ser festejada.
DORA: (Acercándose a la mesa.) ¡Los viejos tiempos, cuando nos reventábamos de esperanzas! ¡Sí, merecen un brindis! Me adhiero (Grita con la copa en alto.) ¡Viva el Director! 
MARY: No, por eso no brindo. Yo...
DANIEL: Lo mejor es no brindar por nada; lo mejor es brindar por el olvido.
DORA: Pero, Uds. están locos. ¿Por qué no quieren brindar por el Director? Al fin y al cabo...
MARY Y MARCOS: Al fin y al cabo ¿qué?
DANIEL: Al fin y al cabo está muerto. Y que descanse en paz.
DORA: No, no está muerto. Está en nuestra memoria, está en nuestro pasado, está presente, ¡Vive, entienden, vive!
MARY: Vos estás loca. Estará en nuestro pasado, pero está muerto.
DANIEL: Lo que pasa es que si no se hubiese muerto justo cuando había tantas posibilidades...
MARCOS: Todo hubiese sido igual. Traía su partitura, y estaba dispuesto a imponerla. No hubiera cambiado nunca.
DORA: Hubiera cambiado, te lo digo yo.
DANIEL: ¿Y vos quién sos? ¿La amante escondida? ¿O te vas a contar alguna historia que mantuviste en secreto por homenaje a su memoria?
DORA: Sos un idiota, eso, nos fuimos a la mierda con el teatro, porque somos unos idiotas, unos estúpidos, como él decía. Él tenía más experiencia, y nosotros éramos unos tilingos que queríamos improvisar todos los espectáculos.
MARY: Es inútil. Lo peor de todo, es que ésta sigue fascinada. Y al fin y al cabo creo que...
DORA: ¡Cuidate de lo que vas a decir, porque si vas a hablar mal del Director, aquí estoy yo para defenderlo!
DANIEL: Defensora de pobres, muertos y olvidados.
MARCOS: Muertos, pero no pobres, ni tampoco olvidados. Ése es el problema.
MARY: Si sopesamos las cosas, creo que Marcos tiene razón. Ésa es la fórmula del problema.
DANIEL: ¿La fórmula para qué?
MARY: Para empezar de nuevo.
DANIEL: ¿Y vos tenés ganas de empezar de nuevo?
MARCOS: No, empezar de nuevo es inútil. No lleva a nada.
DORA: Eso te parece a vos. ¡Si yo pudiera volver al teatro!
DANIEL: Harías las mismas cagadas de siempre.
DORA: No seas estúpido. Lo que pasa, es que a vos te faltan bolas.
MARY: Se las cortó el Director de Orquesta, ¿o me equivoco?
MARCOS: (Ironizando también él, con tono sobrador.) Se las cortó el teatro. (Todos ríen menos Daniel, que empieza a gritar.)
DANIEL: No me hablen más del teatro. No quiero saber nada con el teatro. No quiero actuar, quiero que me dejen en paz.  (Empieza a ahogarse el grito en llanto.) (A Marcos.) Vos me engatusaste con el teatro. (A Dora.) Vos me engatusaste con el Director.
MARY:(Risueña, también a gritos.). Yo no te engatusé con nada.
DANIEL: Pero te fuiste, te fuiste, te cortaste sola. Yo me quedé, entendelo, yo me quedé y me banqué todo (Camina a su escritorio.)
DORA: (Empieza a caminar hacia el lugar de la escena inicial, también empieza a gritar llorando). Yo también me quedé, pero no aguanté más, no aguanté más, les juro que no pude, no resistí, no resistí.
MARCOS: Yo me quedé, yo me quedé también, a pelear, a pelearla, pero fue inútil, fue inútil... Vengan, brindemos igual, no se vayan, se los ruego, no me dejen, no me olviden, no se pierdan... Al fin y al cabo, yo, yo... (Se vence.)

Cada uno de los personajes está en la misma posición de la escena inicial. Comienza a sonar el rock de la primera escena. Dora con su latita, Mary bailando, Daniel en su escritorio. Cada uno en lo suyo. Marcos sube la escalera del reloj.
MARCOS: Vuelvan ¿a dónde van, a dónde van? (Repite la frase hasta que se entristece al lado del reloj. Los mira.)

ESCENA 18

Mary y Daniel de pronto comienzan a mirarse. Se sonríen. Se reúnen. Se abrazan y van en busca de Dora. Dora continúa psicótica. Marcos, desde el reloj, sonríe. Mary, Dora y Daniel avanzan hacia el público. Bajan a la platea y comienzan a tomar y acariciar las manos del público. Comienza a sonar la canción.

Despertar 
de un sueño circular.
Recordar
para crecer y amar.
No repetir,
siempre cambiar
para vivir
en lo real.

Alégrate.
No llores más. 
Lo que se fue
aún vive en ti, 
te hará crecer, 
te hará cambiar, 
tu realidad.

Despiértate.
No temas más.
Acércate.
Insiste otra vez.
Trata de hablar.
Ya aprenderás:
no hay que olvidar
lo que se fue.

Ven junto a mí,
que así sin más,
el vino es fiel,
y brindarás,
conmigo aquí
bajo el reloj

Luego, desde el escenario.
DANIEL: Señor, señor, me puede decir la hora. (Insiste hasta que alguien en el público le da la hora. Marcos pone la hora en el reloj del escenario.)
FIN.

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